Córdoba ciudad recomendada por Cerrajeros Córdoba
CÓRDOBA, HISTORIA Y POTENCIA AGRÍCOLA CON DENOMINACIONES DE ORÍGEN.
Los orígenes de Córdoba se remontan al año 169 a.C, donde se puede establecer el momento más preciso de su fundación, y a partir del cual se comienzan a gestar una serie de cambios entre los cuales se pueden mencionar, desde periodos con grandes avances en materia social, económica y política, hasta épocas muy oscuras donde se experimentaron grandes retrocesos.
Desde ese punto de vista, la historia de Córdoba se puede seccionar en una serie de etapas tales como: la época republicana, la época imperial, la época visigoda, la época musulmana y la época cristiana; momento a partir de la cual su desarrollo queda dividido en periodos de siglos que de acuerdo a análisis historiográficos, pueden definirse como: los Siglos XVI y XVII, los Siglos XVIII y XIX, y finalmente el periodo del Siglo XIX a la actualidad.
De esta forma y bajo un enfoque geohistorico, la ciudad Califal posee una historia que resulta ser en algunos casos una especie de juego de batallas e invasiones, que configuraron todo un legado, en otros, una tragedia donde resaltan la pérdida de vidas humanas, pero a veces… un gran éxito donde se configuraron grandes atracciones que hacen de esta ciudad un parador turístico tanto para españoles, como para extranjeros que se ven atraídos por sus concursos de patios, sus denominaciones de origen, y su potencialidad agrícola.
La construcción de un camino, el legado en Cordoba.
Como muchas ciudades del viejo continente, Córdoba es la evidencia física de un conjunto de etapas que direccionaron su historia y la de sus habitantes, y terminaron edificando toda una potencia agrícola y científica que en términos de desarrollo humano a nivel europeo.
De esta forma los episodios más significativos que llevaron a la construcción de la ciudad que en los albores del Siglo XXI destaca entre las mejores, se definen primordialmente por la época republicana, ¡tiempo y legado de Roma!, época de Julio Cesar y del Alcazar de los Reyes Cristianos, de los hijos de Pompeyo y su acción para conceder el estatuto colonial a la ciudad, lo que finalmente la puso como centro político de la Hispania Ulterior.
La época imperial, ¡construcciones para el culto!, que desarrollada posterior a la época republicana se caracterizó por el sufrimiento de la ciudad debido entre otras cosas, a una serie de cambios originados por decisiones del senado, de ahí que durante este tiempo comenzaran a producirse un conjunto de transformaciones que terminaron por reconfigurar la ciudad; así nacen los teatros, acueductos, y toda una serie de obras destinadas a fortalecer el culto imperial.
Los máximos exponentes de este tipo de acciones son el templo de Marte, las fuentes públicas, los circos y el palacio imperial, situaciones que generan una importante expansión o crecimiento demográfico que trae consigo la superación de los 300.000 hab.
Concluida esta etapa y con la caída del Imperio Romano, se producen las invasiones bárbaras, la grieta que abre los tiempos de la época visigoda, los ¡tiempos de las revueltas y la inestabilidad política!; durante este lapso, la ciudad sufre alteraciones de todo tipo iniciándose un ciclo destacado por la ocupación de los vándalos en el año 411, se producen guerras entre emperadores y conflictos religiosos, invasiones y destrucción de las riquezas acumuladas.
El caos generado sería entonces la semilla de la discordia y la puerta que abriría una intensa época de resistencia entre la cultura implantada por los visigodos, y la herencia católica heredada por parte del Imperio Romano.
La diatriba existente duraría mucho tiempo, pero finalmente la ciudad se rendiría aunque ganando poca influencia dentro de las estructuras políticas del reino visigótico.
El ascenso del cristianismo, el poder de la iglesia en una ciudad.
El cristianismo es quizás una de las etapas más duraderas en la historia de Cordoba, se produce su ascenso aproximadamente en el año 1235 tras una noche de poca visibilidad y mal tiempo, los cristianos toman la ciudad y se hacen con su control desplazando a los árabes que se habían consolidado años atrás.
Existen muchas conjeturas sobre las verdaderas razones que motivaron la caída de los árabes ante los cristianos, sin embargo, la principal y más fuerte razón puede situarse en la existencia de un régimen defensor insuficientemente preparado para resguardar la ciudad de las invasiones.
Con la llegada de los cristianos a la ciudad se presentaron un conjunto de pérdidas que concluyen con la rendición de los habitantes ante Fernando III, así se establece un nuevo gobierno y comienzan a masificarse las costumbres cristianas a través de la construcción de iglesias, que en otrora fueran destruidas por los árabes, se edifican sinagogas y la Torre de la Malmuerta como símbolos destacados del tiempo de Enrique III de Castilla.
Llega el renacimiento a la ciudad, son los Siglos XVI y XVII, es el ¡tiempo de la Catedral de Cordoba!, aquí se construyen la Casa de los Villalones, las Caballerizas Reales, el Arco del Triunfo o Puerta del Puente, la Plaza de la Corredera entre otros. Pero será durante los Siglos XVII al XIX el momento más triste, el tiempo de la decadencia anunciada, la ciudad sufrirá una de sus peores épocas, este ¡es el tiempo de las epidemias, sequias y malos gobernantes de la ciudad!.
La población se reducirá como resultado de la poca prevención o administración en el ejercicio de la función pública, el índice demográfico alcanzará tan solo 20.000 habitantes hacia el año 1700, se pierde el espíritu de lucha por parte de los ciudadanos, la derrota es la sensación en cada esquina, y durará así hasta alcanzar el Siglo XX, ¡es el tiempo de la recuperación!, de la construcción de las bases que marcarían la Cordoba que el mundo conoce en la actualidad (Siglo XXI), en este lapso se produce el crecimiento económico, el ascenso de los movimientos culturales y la consolidación de toda una cultura agrícola que lleva a una población a casi 320.000 hab en el año 2.000.
Así se tejen los caminos de Córdoba, se configura su historia y se abren las puertas hacia la prosperidad, una que es mejor valorada por el recuerdo de tiempos pasados, pero que también en los albores del Siglo XXI se ve en riesgo por la poca voluntad que se percibe en algunos ciudadanos que muchas veces dejan de estudiar su pasado, porque este siempre adquiere valor para la construcción del presente y del futuro. Esta es Córdoba, ciudad califal con amplios campos e investigaciones que abren el camino del turista.
Entre pasos un ¿buen turismo?.
Con un clima de tipo mediterráneo continental, Córdoba se alza como una ciudad ejemplar para el paso de turistas. Posee una arquitectura ¡impresionante!, lo que ha dado pie a su nombramiento como patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO, su casco histórico se alza como el más grande de Europa.
En el destacan la Mezquita Catedral que constituye el monumento más importante de la arquitectura andalusí, y emblemático del arte omeya hispanomusulman, destaca también el Puente Romano como uno de los mejores emblemas de los tiempos de Roma, o la Universidad de Córdoba, que con sus investigaciones en materia agrícola y de salud lleva amplios rangos de herencia a todo un país.
Esta universidad que en un principio fue destinada a la clase obrera es una de las más destacadas en producción de conocimiento, no sólo por abrirse a un público y poblaciones tanto nacionales como extranjeras, sino por la importancia que tiene como eje de atracción de personalidades y grupos juveniles externos para conocer a España.
Del calor por el clima a los concursos de patios, una conexión algo compleja.
Celebrados durante la primera quincena del mes de mayo de cada año, y declarados como patrimonio de la humanidad, los concursos de patios datan del año 1921, y se configuran como un concurso donde los habitantes de la ciudad salen al patio central de la residencia y lo adornan con ahínco para ganar el preciado tesoro.
Las fiestas se caracterizan por la presencia de cantautores, manifestaciones folclóricas y demás actividades que contribuyen a crear un ambiente ameno y lleno de calor familiar, que no es más que el resultado de una voluntad inequívoca entre gobernantes y gobernados para consolidar los mejores valores de una amplia historia colectiva.
Los concursos de patios también se pueden ver como una herencia histórica porque son el resultado de la planificación de Roma, y luego de los musulmanes para la construcción de viviendas populares, que tienen un patio central adornado con vegetación para otorgar la sensación de frescura, y un pozo central donde se colectaba agua para pasar los intensos veranos que asolaban la ciudad.
Los patios que pueden ser unifamiliares o de casa de vecinos, estos últimos menos populares en la actualidad, son los mejores emblemas sociales de la ciudad que pueden observarse en casos como el patio del Alcazar viejo y los patios del Palacio de Viana.
Entre gustos y colores, muchas denominaciones de origen.
Uno de los aspectos más resaltantes de Córdoba es sin lugar a dudas sus denominaciones de origen, ¿pero que es una denominación de origen?, pues bien... la frase denominación de origen se refiere explícitamente a producciones o platos típicos de la ciudad o provincia que por sus características, ostentan el rango de ser únicos dentro del pais.
En tal sentido, Córdoba goza de denominaciones de origen tales como el aceite de oliva que tiene el calificativo de ser uno de los mejores de España junto a los de Jaén, el jamón ibérico, que con su único sabor degusta a cualquier paladar nacional o extranjero; el salmorejo cordobés, que te permite acercar al buen gusto de una sopa fría de tomates, o más impactante aún ¡el flamenquín!, ese excelente plato caracterizado por integrar trozos de jamón serrano macerados en vino, enrollados en lomo de cerdo, y rebosados en pan rallado que es frito.
Este plato es sin lugar a dudas uno de los más llamativos de la ciudad, y al mismo tiempo, una de las mejores banderas de atracción tanto en Europa como en el resto del mundo.
Una ciudad que se proyecta a futuro.
Como toda ciudad española, Córdoba busca consolidarse a futuro a través de la promoción de su cultura, de sus platos típicos, economía y por su puesto de su gente, esta ciudad llamada “califal” por su proclamación como califato por parte de Abdemarran III, tiene la inmensa tarea de abrirse cada vez más al futuro, de darse a conocer al mundo por medio de la integración, de insertarse en términos cada vez más democráticos, en un mundo acelerado y globalizado que parece rompe fronteras y busca crear un ciudadano global.
Son muchos los proyectos a consolidarse en el futuro inmediato de la ciudad, tal es el caso del Aeropuerto, los Congresos, la Ciudad de la Justicia, la Noreña como centro de salud y especialidades, la Torre de Poniente, el tranvía y centros comerciales.
Las inmensas riquezas de la ciudad suponen también ingentes retos, muchos de ellos en manos de su gente que debe y así lo hace, encontrar las vías para preservar los tiempos prósperos y los valores alcanzados y acumulados ante tantos años de historia.
Los horizontes de Córdoba son siempre los horizontes de la misma España, por tanto, esta ciudad de la provincia de Andalucía, con su proximidad al histórico Mar Mediterráneo y sus inmensas actividades comerciales, esta siempre de puertas abiertas a la gente de bien, al trabajo y la búsqueda de valores universales que logren retener las tristes experiencias de la historia española, los conflictos europeos, y los fájelos que marcaron la vida ibérica pero que también suponen interesantes aprendizajes que solo pueden conocerse si ¡te acercas a Cordoba!.
Desde cerrajeros Córdoba www.cerrajerosencordoba.com esperamos aportar con este artículo, un poco más de conocimiento de nuestra tierra y cultura. Nuestra intención es transmitir de alguna forma, una parte de este orgullo que sentimos por nuestra ciudad y provincia y...por qué no?, tratar de dar a conocer e invitar a todos aquellos que lo deseen a que nos visiten y disfruten de todo lo que exponemos en estas lineas... y mucho más. Estamos seguros de que será una estancia inolvidable.
